lunes, 22 de septiembre de 2025

MILEI EL GUERRERO

 


Milei se ha preparado para actuar en guerra, por eso fue tan exitoso en los primeros tramos de la gestión, porque recibió una situación tan deteriorada que verdaderamente imponía una batalla sin cuartel, y fue muy diestro en ir derribando a los “enemigos”, condicionantes de un statu quo muy enquistado, paralizante y autodestructivo.

Cuando digo “enemigos”, me refiero tanto a circunstancias y condiciones como a personas. Circunstancias de amplio espectro (ideologías enquistadas, leyes y normas inadecuadas, etc.), personas y agrupaciones (sindicalistas y líderes sociales corruptos y anacrónicos, opositores expertos en bloquear todo cambio, empresarios acostumbrados a las prebendas y a funcionar sin competir, etc.) e inclusive a la misma inercia en que vivía un país tan acostumbrado a seguir profundizando su propia degradación durante décadas.

Pero después de “voltear” a esos enemigos, se encontró con un campo de batalla casi sin blancos a la vista y, como es un guerrero compulsivo (preparado para actuar en guerra, pero “sólo en guerra”), comenzó a destruir a los suyos; no supo parar. Así, diezmó su propio ejército y, en consecuencia, le resulta difícil ahora dar nuevas batallas, porque se encuentra sin la tropa necesaria.

Eso lo convierte en impotente ante la situación mientras el enemigo, que fue diezmado pero no aniquilado, encuentra el campo orégano para reagruparse y reiniciar la contienda.

La pregunta es cuál de los dos bandos será más eficiente y veloz en reorganizarse y dar las nuevas batallas, madrugando al enemigo.