miércoles, 25 de octubre de 2023

EL DILEMA DE JUNTOS POR EL CAMBIO Y EL ROL DE MAURICIO MACRI

 


A consecuencia de lo disruptivo de las elecciones nacionales, Juntos por el Cambio debe resolver un dilema esencial; nuclear, podríamos decir.

Así como las personas, ante un hecho o vivencia disruptivos, pueden experimentar un trauma o bien reaccionar con resiliencia, también Juntos por el Cambio puede ir por un camino u otro.

El trauma sería la ruptura, la toma de posición con respecto a las dos fuerzas que quedaron en carrera; en pocas palabras: la claudicación, la renuncia a su esencia.

La resiliencia sería mantenerse como oposición, dejar en libertad de acción a sus votantes y ejercer su rol antagónico, a partir de ahora más importante que nunca, habida cuenta del poder que ostenta tanto en el Congreso como en el mapa de las gobernaciones provinciales. Su rol será, de ahora en más, esencial: oponerse a lo que no sirve al bien común, apoyar lo que sí lo hace, controlar los actos de gobierno, llamar la atención sobre los peligros y denunciar las incorrecciones e ilegalidades.

Más allá de eso, se pueden presentar casos particulares en que dirigentes de Juntos por el Cambio se incorporen al futuro gobierno, pero debería ser de forma estrictamente personal y habrá que tratar cada caso en particular. En algunos casos, renunciarán a su afiliación; en otros casos, pedirán autorización a la autoridad partidaria y podrá ser concedida o no.

En esa línea, vislumbro un caso particular y emblemático, que es el de Mauricio Macri.

Al no contar con cargo formal alguno dentro del partido (Pro) ni del frente (JxC), tal vez sería positiva su inclusión personal, en el caso de una victoria de Milei.

Debería hacerlo sin un cargo formal, como una especie de asesor externo, pero que, a mi criterio, cumpliría eficazmente un rol que podría ser muy importante, dada su condición de expresidente con una trayectoria política destacada que le otorga una autoridad moral singular; liberal razonable, experimentado y pragmático, que pondría freno al liberalismo dogmático que parece enarbolar Milei, así como ayudar a buscar los mejores caminos y facilitar relaciones convenientes al país en el ancho mundo. Después de todo, se trata de buscar el bien común y lo que más conviene a nuestra querida y maltratada patria.